¡Hola amigos! Quería hablarles de mi experiencia con la vianda.
No es noticia ya que los celíacos somos reconocidos por el famoso tuppercito y sí, es cierto. Todos alguna vez anduvimos con el tupper.
Pero he aquí mi historia con ella y mi punto de vista, como una celíaca más de ustedes.
Cuando recién me diagnosticaron yo tenia 11 años. Empezaron las fiestas de cumple de mis compañeros y mi mamá me preparaba una bandejita con empanaditas y una bolsita con papas. Recuerdo que en ese entonces no me importaba y no me hacia sentir incomoda, sólo algo entrometida con los padres cuando me fijaba que no haya contaminación cruzada. Pero después, cuando ya era un poco más grande comenzó a darme vergüenza y comía antes de ir a las fiestas. Con mi grupo más cercano de amigos no tenía vergüenza pero con algunos familiares o compañeros sí, y evitaba de todas formas las preguntas ¿por qué comes eso? o ¿por qué te traes la comida?, que igualmente, las contestaba explicando de qué se trataba. Evite muchas salidas y pasé hambre por no llevarle una vianda porque en ese entonces no había muchas cosas en el mercado y tampoco era muy conocido el tema en los lugares de comida.
Muchas veces también mi mamá me preparaba una vianda y la llevábamos a las reuniones pero yo no las comía porque no me sentía cómoda.
Si te estás sintiendo identificado con lo que va leyendo quiero contarte que esa sensación de vergüenza e inseguridad se van.
Hoy, a casi 11 años de mi diagnostico y después de muchas reflexiones, puedo contar que no me da vergüenza decir en voz alta que como diferente, llevar mi vianda. Así mismo siempre que puedo busco una opción que ya incluya un menú libre de gluten porque a veces, uno no puede calentar la comida de la vianda o la comida no aguanta un viaje de varias horas. También lo que me ayudó mucho es tratar de llevar la misma comida que se iba a comer en esa reunión o fiesta y así sentirme más cómoda.
Pero, sobre todo lo que me ayudó fue priorizar mi salud. Nuestra salud es lo más importante que tenemos, independientemente de una reunión familiar, de amigos, de alguna situación en particular. NUESTRA SALUD LO VALE TODO. Si evitamos comer lo de la vianda o no la llevamos por vergüenza o incomodidad nos hará mal. Pasaremos hambre y crearemos una sensación mental que no nos hará bien.
Nosotros valemos más y nosotros venimos de la mano con la celiaquía. Si no la cuidamos y no nos cuidamos, no funciona.
Aunque ahora haya avanzado mucho la comercialización de productos sin tacc, estamos a algunos pasos de que en todos lados haya algo apto. Por eso recomiendo siempre tener una "vianda" a mano, que puede ser unas galletitas, una barrita de cereal, cereales o lo que a ustedes les gusta. También un saquito de té o café, sobrecito de sal y azúcar.
Es importantisimo entender que nosotros no somos "raros" (y nadie debe señalarnos como tal) por tener una vianda, simplemente somos personas celíacas y con hambre así que lo único que importa en ese momento es comer y saber que uno se está haciendo bien a si mismo.
Si te gustó el post no dudes en compartirlo con algún amigo o familiar celíaco que creas que está pasando por esta situación.
Te invito a pasar por mis redes sociales instagram y facebook en las que podes enviarme mensajes y ver recetas y productos nuevos.
No es noticia ya que los celíacos somos reconocidos por el famoso tuppercito y sí, es cierto. Todos alguna vez anduvimos con el tupper.
Pero he aquí mi historia con ella y mi punto de vista, como una celíaca más de ustedes.
Cuando recién me diagnosticaron yo tenia 11 años. Empezaron las fiestas de cumple de mis compañeros y mi mamá me preparaba una bandejita con empanaditas y una bolsita con papas. Recuerdo que en ese entonces no me importaba y no me hacia sentir incomoda, sólo algo entrometida con los padres cuando me fijaba que no haya contaminación cruzada. Pero después, cuando ya era un poco más grande comenzó a darme vergüenza y comía antes de ir a las fiestas. Con mi grupo más cercano de amigos no tenía vergüenza pero con algunos familiares o compañeros sí, y evitaba de todas formas las preguntas ¿por qué comes eso? o ¿por qué te traes la comida?, que igualmente, las contestaba explicando de qué se trataba. Evite muchas salidas y pasé hambre por no llevarle una vianda porque en ese entonces no había muchas cosas en el mercado y tampoco era muy conocido el tema en los lugares de comida.
Muchas veces también mi mamá me preparaba una vianda y la llevábamos a las reuniones pero yo no las comía porque no me sentía cómoda.
Si te estás sintiendo identificado con lo que va leyendo quiero contarte que esa sensación de vergüenza e inseguridad se van.
Hoy, a casi 11 años de mi diagnostico y después de muchas reflexiones, puedo contar que no me da vergüenza decir en voz alta que como diferente, llevar mi vianda. Así mismo siempre que puedo busco una opción que ya incluya un menú libre de gluten porque a veces, uno no puede calentar la comida de la vianda o la comida no aguanta un viaje de varias horas. También lo que me ayudó mucho es tratar de llevar la misma comida que se iba a comer en esa reunión o fiesta y así sentirme más cómoda.
Pero, sobre todo lo que me ayudó fue priorizar mi salud. Nuestra salud es lo más importante que tenemos, independientemente de una reunión familiar, de amigos, de alguna situación en particular. NUESTRA SALUD LO VALE TODO. Si evitamos comer lo de la vianda o no la llevamos por vergüenza o incomodidad nos hará mal. Pasaremos hambre y crearemos una sensación mental que no nos hará bien.
Nosotros valemos más y nosotros venimos de la mano con la celiaquía. Si no la cuidamos y no nos cuidamos, no funciona.
Aunque ahora haya avanzado mucho la comercialización de productos sin tacc, estamos a algunos pasos de que en todos lados haya algo apto. Por eso recomiendo siempre tener una "vianda" a mano, que puede ser unas galletitas, una barrita de cereal, cereales o lo que a ustedes les gusta. También un saquito de té o café, sobrecito de sal y azúcar.
Es importantisimo entender que nosotros no somos "raros" (y nadie debe señalarnos como tal) por tener una vianda, simplemente somos personas celíacas y con hambre así que lo único que importa en ese momento es comer y saber que uno se está haciendo bien a si mismo.
Si te gustó el post no dudes en compartirlo con algún amigo o familiar celíaco que creas que está pasando por esta situación.
Te invito a pasar por mis redes sociales instagram y facebook en las que podes enviarme mensajes y ver recetas y productos nuevos.

0 Comments