Hola amigos, dejemos atrás la indiferencia sobre las emociones y la salud mental. Todos nos vemos afectados tanto positivamente como negativamente y debemos hablar sobre eso, ¡basta de tabúes!
Estaba un poco informada al respecto pero busqué más para poder traerles un post más completo.
Partamos de la base de que las emociones no provienen del corazón, a nivel orgánico, provienen del cerebro.
El triptófano (sustancia que absorbemos por el intestino) es el responsable de la producción de la serotonina que es el principal neurotransmisor (transmite impulsos nerviosos) relacionado al estado de ánimo.
Como sabrán las personas celíacas, antes del diagnóstico tenemos las paredes del intestino dañadas. Este daño no nos permite absorber como corresponde al triptófano y demás nutrientes como el ácido fólico, hierro, calcio, etc. La falla en la absorción de estos nutrientes hace que haya baja concentración de estas sustancias, en especial la del triptófano por lo que no se puede producir serotonina y nos producen síntomas relacionados a la depresión como fatiga, cansancio, apatía, irritabilidad, ansiedad, entre otros.
Ahora ustedes se preguntarán qué pasa con los celíacos ya diagnosticados y que presentan síntomas de depresión. Bueno, si bien nuestros intestinos recuperan sus paredes dañadas al 100%, muchas veces han quedado dañadas de tal forma que aunque estén sanas absorben estos nutrientes pero muy poco. Por ejemplo, mi intestino no absorbe como corresponde el ácido fólico y debo tomar suplementos un par de veces al año.
Una vez que se empezó la dieta, la mayoría de estos síntomas asociados a la depresión, disminuyen o desaparecen. Sin embargo aparece un nuevo problema, la inclusión social.
Un celíaco recién diagnosticado es muy probable que no se sienta a gusto con su nuevo estado de salud por lo que probablemente pase por estos estados que describe la Lic. Cristina Sfoggia, "(...) vamos recorriendo diferentes etapas, puede que al principio intentemos negarlo (debe haber un error), que nos revelemos enojándonos con la realidad (o con el médico que nos atendió) que luego tratemos de minimizarlo y convencernos de que “no pasa nada”. Para caer en la cuenta al poco tiempo de que sí nos afecta…etc. Nuestro psiquismo va y viene hasta llegar a elaborarlo y finalmente, si permitimos que las cosas sigan su curso, llegar a aceptar verdaderamente. Recién entonces dejaremos de pelearnos con lo que nos toca, (...)".
El entorno social es muy importante para todos. Nuestra familia, amigos, trabajo, colegio y demás tienen una conexión directa a cómo aceptamos nuestra enfermedad. Tanto así que "pueden surgir sentimientos de aislamiento por ser el distinto del grupo o la familia (...), muchas veces acompañados de vergüenza, también temores y preocupaciones por la posibilidad de contaminación que lleva a un estado de alerta permanente y conductas de control."
Estaba un poco informada al respecto pero busqué más para poder traerles un post más completo.
Partamos de la base de que las emociones no provienen del corazón, a nivel orgánico, provienen del cerebro.
El triptófano (sustancia que absorbemos por el intestino) es el responsable de la producción de la serotonina que es el principal neurotransmisor (transmite impulsos nerviosos) relacionado al estado de ánimo.
Como sabrán las personas celíacas, antes del diagnóstico tenemos las paredes del intestino dañadas. Este daño no nos permite absorber como corresponde al triptófano y demás nutrientes como el ácido fólico, hierro, calcio, etc. La falla en la absorción de estos nutrientes hace que haya baja concentración de estas sustancias, en especial la del triptófano por lo que no se puede producir serotonina y nos producen síntomas relacionados a la depresión como fatiga, cansancio, apatía, irritabilidad, ansiedad, entre otros.
Ahora ustedes se preguntarán qué pasa con los celíacos ya diagnosticados y que presentan síntomas de depresión. Bueno, si bien nuestros intestinos recuperan sus paredes dañadas al 100%, muchas veces han quedado dañadas de tal forma que aunque estén sanas absorben estos nutrientes pero muy poco. Por ejemplo, mi intestino no absorbe como corresponde el ácido fólico y debo tomar suplementos un par de veces al año.
Una vez que se empezó la dieta, la mayoría de estos síntomas asociados a la depresión, disminuyen o desaparecen. Sin embargo aparece un nuevo problema, la inclusión social.
Un celíaco recién diagnosticado es muy probable que no se sienta a gusto con su nuevo estado de salud por lo que probablemente pase por estos estados que describe la Lic. Cristina Sfoggia, "(...) vamos recorriendo diferentes etapas, puede que al principio intentemos negarlo (debe haber un error), que nos revelemos enojándonos con la realidad (o con el médico que nos atendió) que luego tratemos de minimizarlo y convencernos de que “no pasa nada”. Para caer en la cuenta al poco tiempo de que sí nos afecta…etc. Nuestro psiquismo va y viene hasta llegar a elaborarlo y finalmente, si permitimos que las cosas sigan su curso, llegar a aceptar verdaderamente. Recién entonces dejaremos de pelearnos con lo que nos toca, (...)".
El entorno social es muy importante para todos. Nuestra familia, amigos, trabajo, colegio y demás tienen una conexión directa a cómo aceptamos nuestra enfermedad. Tanto así que "pueden surgir sentimientos de aislamiento por ser el distinto del grupo o la familia (...), muchas veces acompañados de vergüenza, también temores y preocupaciones por la posibilidad de contaminación que lleva a un estado de alerta permanente y conductas de control."
¿A qué apuntamos con esto? Si bien nuestro organismo esté funcionando mejor a través de la dieta, la misma dieta, cuando no está aceptada aún así se haga, se convierte en un enemigo en cuanto a nuestro entorno social. El no aceptar la enfermedad nos lleva a vivir momentos de aislamiento, culpa, vergüenza que no generan otra cosa en nosotros que más malestar, emocional y físico.
Habiendo buscado en diferentes fuentes y escribiendo este posteo recordé muchos momentos que pasé con mal estar emocional a causa de la presión social que sentía. Personalmente me he enojado con la pediatra que me diagnosticó, me convencí en muchas situaciones sociales que no pasaba nada por no tener mi comida apta o por comer diferente al resto cuando por dentro me hacía sentir muy mal. Me aislé, me perdí muchas salidas con amigos por no querer ser la persona que comía diferente, en cada reunión sentía que desencajaba totalmente.
No voy a mentir, todavía algunas situaciones me cuestan, más las que suceden de forma repentina, algún chiste o algo que no pude prevenir en mi mente. Pero, aunque yo ya lleve 10 años diagnosticada, hace tan solo 3 años que empecé a aceptar mi enfermedad, a buscarle la vuelta para sentirme mejor, a ayudar, a informar y a aprender como afrontar algunas situaciones que están fuera de mi alcance. Hice terapia, escuché consejos y leí muchos testimonios tanto buenos como malos pero llegué a la conclusión que nada de eso sirve si no nos permitimos que nuestra cabeza haga ese click para alcanzar el bienestar deseado. No hay que apurarse, mejor a paso lento y llegar que rápido y quedarse en el intento.
Conozcanse, mírense y aprendan de ustedes mismos cuál es su mejor forma de afrontar las cosas, entiendan que es sólo una característica de nosotros, no es lo único que nos define. Defiéndanse, hablen en voz alta a quien les está haciendo sentir mal en cualquier situación social. No se enojen por quien no entiende o si alguien dice algo malo, no es nada que con una buen argumento verdadero no se pueda refutar y darles a entender que están equivocados. No dejemos que ciertas situaciones y pensamientos nos apaguen, nos tiren para el lado de estar tristes. De a poquito hay que superar barrera tras barrera y ¡ojo! eso no lo hacemos ni sentimos sólo los celíacos.
La celiaquía es parte de mi, sí, pero también lo es mi amor por los animales, mis rulos, mis pocas ganas de hacer actividad física (jajaja). Ven, todos tenemos muchas características, no dejemos que una nos defina por completo así sea la que requiere más atención.
Para terminar, mis páginas tanto esta como instagram y facebook están siempre disponibles para que puedan mandarme cualquier duda que tengan o hablar sobre alguna situación que vivieron. Mi objetivo siempre fue crear un espacio verdadero donde se muestre lo real de los celíacos y en el que todos nos sintamos a gusto.
Pueden leer el artículo de Sfoggia haciendo click acá (página 10 a 13) y un artículo interesante sobre el mismo tema acá.
¡Un beso grande!

0 Comments